La artesanía y los oficios

La sociedad y la economía sarda son desde siempre basadas sobre dos actividades productivas principales: la agricultura y el pastoreo que reglamentaban la vida domestica y social de cada pueblo y así era también para Uta.
Entre los artesanos encontramos:

  1. su ferreri (it. fabbro, esp. herrero);
  2. su maistu ‘e linna (it. falegname, esp. carpintero);
  3. su sabatteri (it. ciabattino, esp. zapatero);
  4. su buttaiu (it. bottaio, esp. cubero);
  5. su maistu ‘e pannu (it. sarto, esp. sastre);
  6. su cadinai (it. costruttore di sedie e ceste, esp. constructor de sillas y cestas).

Los trabajos más comunes del pueblo eran los del hortelano y del agricultor, aun si eran numerosos los pastores, los cabreros, los cerderos. Los productos agricolos típicos que se cultivaban en Uta eran las habas, los guisantes, el trigo, los coliflores, los tomates, las cebollas, el ajo, el perejil, las legumbres, la avena, la cebada, las alubias, los calabacines, la lechuga, la escarola, las alcachofas.
Para cultivar la tierra se procedía a la aradura a través de los bueyes que arrastraban el arado. Los animales utilizados en las actividades agrícolas eran sobretodo el buey y el caballo, mientras el burro era destinado a hacer voltear la rueda de molino para el trigo o al transporte de las cargas.

Las herramientas utilizadas por los agricultores eran:

  1. sa marra (it. zappa, esp. azada) llamada también, a segunda del tamaño, marroni o marroneddu, para sallar el trigo o las habas; su piccu (it.piccone, esp. pico) para cortar terrenos duros;
  2. sa panga (it. vanga, esp. pala);
  3. sa fracci (it. falce, esp. hoz) que necesitaba para segar;
  4. sa cavuna ( it. roncola, esp. podadora ) para eliminar matas y arbolitos;
  5. su serroni (it. seghetto, esp. sierra) para talar los árboles y hacer los injertos;
  6. is pabias (it. pale, esp. palas) utilizadas en las eras;
  7. su tragavenu (it. rastrello, esp. rastrillo).

En Uta además de campos y huertos se cultivaba también la vid, desde la cual se hacía el vino y la sapa (vino cocido) y entre las herramientas de trabajo más común figuraban también is ferrusu de pudai (tijeras para podar).
Los trabajos femeninos tenían como fulcro las paredes domesticas: las mujeres se ocupaban de la lavoración del pan, que se preparaba en casa. Es la mujer que limpiaba el trigo, lo lavaba, lo hacía secar, lo molía, lo cribaba, dividiendo el salvado desde la harina, amasaba el pan y lo enhornaba.

Los objetos artesanales mayormente difusos en las casas y empleados por las amas de casa eran los cuchillos, las sillas y las herramientas para la cocina de madera (cazos, cucharas y palas para cocer el pan) y de heno entrelazado el así dicho strexiu ‘e fenu, su ciliriu (el tamiz con las mallas espesas que dividía la sémola desde el flor de harina), su talleri (el picador), su stragatzadori (la criba para la harina), su tutturu (el rodillo utilizado para extender el hojaldre), sa turra (el cazo) e is pabiasa de forru ( las palas que se utilizaban para sacar el pan y las panadasa desde el horno) .

Además cada ama de casa tenía un buen numero de vajilla realizada con loza : sa mariga ( la jarra para el agua), is sciveddas ( amplios recipientes para la lavoración de la pasta), is prattu (los platos), is cassarolas (las cacerolas).

La presencia femenina era asidua también en los campos y en los trabajos agriculos, con encargos ben definidos: se ocupaban de la siembra, de la recogida de las habas, de los guisantes, de las lentejas y de los garbanzos. Durante la segadura (que se ejecutaba por los hombres) las mujeres recogían las espigas que el segador cortaba. Se ocupaban también de la recogida de las almendras, de la vendimia y de la recogida de las aceitunas.